Para la libertad
sangro, lucho, pervivo.
Para la libertad, mis ojos y mis manos,
como un árbol caudal, generoso y cautivo,
doy a los cirujanos.
Para la libertad
siento más corazones
que arenas en mi pecho;
dan espuma mis venas
y entro en los hospitales, y entro en los algodones
como en las azucenas.
Porque donde unas cuencas vacías amanezcan
ella pondrá dos piedras de futura mirada
y hará que nuevos brazos y nuevas piernas crezcan
en la carne talada.
Retoñarán aladas de savia sin otoño
reliquias de mi cuerpo que pierdo en cada herida
Porque soy como el árbol talado, que retoño:
porque aún tengo la vida.
23 de mayo de 2009
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1 comentario:
tenes que empezar a escribir en tu blog de nuevo! haha desde el 23 de mayo! eso tambien se considera como traicion a la patria.
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